“The people I have worked with at Ingalls have helped me a lot on my journey because my English wasn’t the greatest in the beginning,” he recalled. “I had a lot of good people around me that helped me to grow both personally and as a shipbuilder.”
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Ingalls is a place of opportunity for the many aspiring shipbuilders who are looking to turn their skillsets into a career. For Hector Maldonado, general foreman, working at Ingalls has provided the opportunity for a career and for growth as a leader.”
Maldonado moved to the United States from Puerto Rico at the age of 20 to find work as a subcontractor. It’s a journey he made without his family.
“It was really scary leaving my family and going alone to the United States for the first time,” said Maldonado. “My mother was really scared for me but she relaxed a little because I was coming over with good people and I had a job lined up.”
After spending time working as a subcontractor at Ingalls, Maldonado was offered a full-time position with the company. As his shipbuilding career began, so did his opportunities for personal growth and development.
“The people I have worked with at Ingalls have helped me a lot on my journey because my English wasn’t the greatest in the beginning,” he recalled. “I had a lot of good people around me that helped me to grow both personally and as a shipbuilder.”
Since being hired on as a first-class electrician at Ingalls, Maldonado has progressed in his roles He is now a general foreman, overseeing the team that delivers the finished product to the customer. Currently, he is working on finalizing DDG 125.
“As a general foreman, I make sure everybody is working safely and maintaining quality the first time,” he said.
After experiencing his own success within the company, Maldonado now uses his story of persevering through language barriers to inspire and uplift the next generation of shipbuilders, especially those who do not speak English as a first language.
“Having a language barrier was particularly challenging to me as I started out in this industry,” he recalled. “Now, I want to help others who are going through similar experiences and who want to eventually move up in the company. I want to help them be successful.”
Maldonado encourages shipbuilders to take advantage of the knowledge they can gain from working at Ingalls so that they can advance their career paths, as well.
“My advice to new shipbuilders who want to grow in this company is to start learning and never stop,” he said. “Ask questions, take advantage of training opportunities, and always give 100 percent effort. Learn to be good at what you do and go beyond the bare minimum.”
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EN ESPAÑOL
“La gente con la que a trabajé en Ingalls me ayudó mucho en mi viaje porque mi inglés no era muy bueno al principio,” recordó. “Tenía mucha gente buena a mi alrededor que me ayudó a crecer tanto personalmente como como constructor naval.”
Ingalls es un lugar de oportunidades para muchos aspirantes a constructores navales que buscan convertir sus habilidades en una carrera. Para Héctor Maldonado, capataz general eléctrico, trabajar en Ingalls ha brindado la oportunidad de hacer carrera y crecer como líder.”
Maldonado se mudó a los Estados Unidos desde Puerto Rico a la edad de 20 años para encontrar trabajo como subcontratista. Es un viaje que hizo sin su familia.
“Fue realmente aterrador dejar a mi familia e ir sola a los Estados Unidos por primera vez,” dijo Maldonado. “Mi madre estaba realmente asustada por mí, pero se relajó un poco porque venía con buenas personas y tenía un trabajo listo.”
Después de pasar un tiempo trabajando como subcontratista en Ingalls, a Maldonado le ofrecieron un puesto de tiempo completo en la empresa. A medida que comenzó su carrera en la construcción naval, también lo hicieron sus oportunidades de crecimiento y desarrollo personal.
“La gente con la que a trabajé en Ingalls me ayudó mucho en mi viaje porque mi inglés no era muy bueno al principio,” recordó. “Tenía mucha gente buena a mi alrededor que me ayudó a crecer tanto personalmente como como constructor naval.”
Desde que fue contratado como electricista de primera clase en Ingalls, Maldonado ha progresado en sus funciones. Ahora es capataz general y supervisa el equipo que entrega el producto terminado al cliente. Actualmente, está trabajando en la finalización del DDG 125.
“Como capataz general, me aseguro de que todos trabajen de manera segura y mantengan la calidad desde la primera vez,” dijo.
Después de experimentar su propio éxito dentro de la empresa, Maldonado ahora usa su historia de perseverancia a través de las barreras del idioma para inspirar y animar a la próxima generación de constructores navales, especialmente a aquellos que no hablan inglés como primera lengua.
“Tener una barrera del idioma fue particularmente desafiante para mí cuando comencé en esta industria,” recordó. “Ahora, quiero ayudar a otras personas que están pasando por experiencias similares y que eventualmente quieren ascender en la empresa. Quiero ayudarlos a tener éxito.”
Maldonado alienta a los constructores navales a aprovechar el conocimiento que pueden obtener al trabajar en Ingalls para que también puedan avanzar en sus carreras.
“Mi consejo para los nuevos constructores navales que quieren crecer en esta empresa es que empiecen a aprender y nunca se detengan,” dijo. “Haga preguntas, aproveche las oportunidades de capacitación y siempre esfuércese al 100 por ciento. Aprende a ser bueno en lo que haces y ve más allá de lo mínimo.”
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